Infraestructura cotizada: invertir en activos que mueven el mundo

4 min de lectura 14 abr. 22

Como eje central de la economía mundial, la INFRAESTRUCTURA es un elemento crucial en el entramado de la sociedad moderna. En opinión de Alex Araujo, los flujos de caja estables y crecientes que genera esta clase de activos pueden ser atractivos para los inversores con horizontes a largo plazo, sobre todo en un entorno inflacionario.

Una parte esencial de nuestra vida cotidiana

En su sentido más amplio, la infraestructura engloba a los activos asociados con la prestación de servicios esenciales para el funcionamiento de la sociedad global. Los servicios de suministro público como la electricidad, el gas y el agua son ejemplos obvios de infraestructura física crítica, junto a las redes de transporte (como autopistas y ferrocarril) y los centros de transporte (puertos y aeropuertos).

Todos dependemos de los activos de infraestructura en nuestra vida cotidiana, desde que nos levantamos por la mañana hasta que nos vamos a dormir por la noche. Muchas de nuestras rutinas diarias se apoyan en una red de infraestructuras físicas cuyos servicios permiten que el mundo moderno funcione fluidamente. A menudo, sin saberlo, las tocamos varias veces al día.

La inversión directa en activos no cotizados es coto de los inversores institucionales, pero creemos que invertir en acciones de compañías cotizadas que poseen y controlan estos activos físicos esenciales permite a un público más amplio beneficiarse de las características atractivas de la inversión en infraestructura. En cierto sentido, esto democratiza a esta clase de activos.

Dado el importante papel que juega la infraestructura en nuestra vida cotidiana y la larga duración de estos activos, pensamos que la inversión en infraestructura cotizada tiene potencial de aportar al inversor un flujo de renta estable durante muchos años.

Este aspecto a largo plazo se ve capturado por negocios de concesiones, capaces de generar flujos de caja estables y crecientes durante varias décadas, y por compañías de regalías, que proporcionan el flujo de liquidez a largo plazo por excelencia: los ingresos de sus tenencias físicas pueden considerarse perpetuos.

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

Un universo de inversión diverso que va más allá de las áreas tradicionales

Aunque las definiciones varían, nosotros nos concentramos en activos de infraestructura cuyo aspecto físico proporciona una barrera de entrada estratégica. Esta es una distinción crucial. Optamos por no invertir en proveedores de servicios como operadores de telecomunicaciones o compañías implicadas en la ingeniería y construcción de infraestructuras, en las que es más probable que el acceso a capital determine su ventaja competitiva.

La infraestructura, no obstante, se está expandiendo rápidamente más allá del ámbito tradicional del suministro público, los oleoductos y el transporte, lo que denominamos infraestructura económica. A fin de capturar todo el espectro de la clase de activos y las cualidades que ofrece, invertimos en tres categorías de infraestructura diferenciadas:

  • Económica
  • Social
  • En evolución

La infraestructura social, que abarca instalaciones para la prestación de servicios sanitarios, educativos y cívicos, ofrece características defensivas similares a las de la infraestructura económica, aunque con una base de activos diferente que proporciona ventajas de diversificación.

La infraestructura en evolución, en cambio, añade un perfil único: las oportunidades de crecimiento en este segmento, desde infraestructura de comunicaciones (centros de datos y torres de comunicaciones) hasta transaccional (redes de pagos) y compañías de regalías (energía y minerales), introducen una nueva dimensión a una clase de activos cuya característica principal es la estabilidad.

Crear una cartera equilibrada a partir de estos tres ámbitos de infraestructura ayuda a brindar una exposición diversificada a una clase de activos que, en nuestra opinión, ofrece características atractivas a los inversores con horizontes a largo plazo.

Concentrados en el crecimiento del dividendo

El M&G (Lux) Global Listed Infrastructure Fund es un fondo concentrado de 40 a 50 compañías de infraestructura de todo el mundo. Nuestras inversiones tienden a generar flujos de caja estables y crecientes (con frecuencia protegidos frente a la inflación), lo cual a su vez les permite repartir dividendos cada vez más altos.

De cara al futuro, estamos convencidos de que invertir en compañías con dividendos crecientes es una estrategia exitosa en el mercado de renta variable. Creemos que una política de distribución de liquidez progresiva ayuda a las empresas a mejorar, al imponerles disciplina de capital: esto les permite crecer de forma rentable y fomenta un flujo de dividendos creciente.

Mediante la aplicación sistemática de este enfoque, el fondo trata de proporcionar una rentabilidad total (compuesta de renta y crecimiento del capital) superior a la del índice MSCI ACWI Net Return* (neta de gastos corrientes) en cualquier periodo de cinco años, así como una distribución de renta que aumente cada año en euros.

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

Las acciones se seleccionan mediante un enfoque bottom-up, basado en análisis fundamental para evaluar el historial de crecimiento de dividendo de una compañía, su disciplina de capital y sus perspectivas de crecimiento a futuro. Invertimos con un horizonte de inversión a largo plazo, que encaja con la naturaleza longeva de los activos de infraestructura. La valoración es un aspecto clave en la selección de valores, para asegurar que la cartera se concentra en buenas inversiones, y no solo en buenas compañías.

* El índice de referencia es un objetivo que el fondo trata de superar y se ha elegido porque refleja adecuadamente el ámbito de la política de inversión del fondo. El índice se utiliza exclusivamente para medir la rentabilidad del fondo y no limita de ningún modo la construcción de la cartera. El fondo se gestiona de forma activa. Su gestor goza de plena libertad para elegir qué instrumentos comprar, vender y mantener en cartera. Las posiciones del fondo podrían desviarse significativamente de los componentes del indicador de referencia.

Integración y riesgos ESG

El análisis de cuestiones medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) ha sido una parte integral del proceso de inversión del fondo desde su lanzamiento en octubre de 2017. Creemos que la infraestructura, debido a su inmovilidad y a su impacto sobre el conjunto de la sociedad, tiene riesgos y consideraciones únicos.

Debemos asegurarnos de que los activos en los que invertimos son sostenibles en el largo plazo, de modo que las empresas que los poseen y operan generen flujos de caja sostenibles y crecientes, capaces de propiciar los dividendos crecientes que buscamos. No queremos que nuestras participadas pierdan su licencia social para operar, ni que se vean expuestas al riesgo de activos varados (obsoletos). De este modo, la exposición a las centrales térmicas convencionales (carbón) y a la energía nuclear está estrictamente limitada por motivos económicos.

Aunque las consideraciones ESG relacionadas con activos de infraestructura suelen asociarse con factores negativos (sobre todo las emisiones de gases de efecto invernadero de la generación de electricidad y el transporte), nosotros también queremos utilizar sus aspectos positivos y su desarrollo constante para crear un mundo más sostenible.

Por ejemplo, el sector de la infraestructura es un facilitador y catalizador clave de la transición energética a través del desarrollo de fuentes más limpias, y de la reducción o captura de emisiones existentes. A través del mayor uso de renovables, de combustibles de transición como el gas natural y de combustibles futuros en desarrollo como el hidrógeno verde, creemos que las empresas de infraestructura pueden jugar un papel importante en el trayecto hacia un futuro con cero emisiones de carbono.

Oportunidades a largo plazo en infraestructura cotizada

El panorama de la infraestructura nos parece muy prometedor. En el corto plazo, gobiernos de todo el mundo han anunciado planes de invertir en infraestructura para respaldar la recuperación de la economía mundial de la pandemia de COVID-19. En Estados Unidos, un programa de 1,2 billones de dólares se propone reparar, modernizar y ampliar la infraestructura deteriorada del país. Por su parte, la Unión Europea se ha volcado en la agenda verde para tratar de fomentar las energías renovables y el transporte limpio.

Estas políticas podrían esbozar un trasfondo favorable para la clase de activos, pero no son el único motivo de nuestro entusiasmo. La infraestructura cotizada se beneficia de tendencias estructurales a largo plazo, como las energías renovables, la conectividad digital y la demografía, temas potentes que en nuestra opinión se prolongarán durante muchas décadas.

En tal entorno, las oportunidades a largo plazo en infraestructura cotizada nos inspiran un gran optimismo.

El fondo trata de aumentar el capital y los ingresos para ofrecer una rentabilidad superior a la del mercado mundial de renta variable durante cualquier período de cinco años; y aumentar la distribución de ingresos cada año (en dólares estadounidenses). El índice de referencia es el MSCI ACWI Net Return.

El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

Invertir en este fondo significa que se adquieren participaciones del mismo, por lo que no se está invirtiendo en el activo subyacente (ej., un inmueble o acciones de una compañía, que solo serían los activos subyacentes de dicho fondo).  

Puesto que el fondo posee un número pequeño de inversiones, la caída en el valor de una única inversión podría tener un mayor impacto que si el fondo poseyese un mayor número de inversiones.

El fondo puede estar expuesto a diferentes divisas. Las variaciones en los tipos de cambio podrían afectar al valor de su inversión.

Para obtener más información de los riesgos del fondo consulte el Folleto.

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.

El fondo invierte principalmente en acciones de compañías, con lo que es probable que experimente mayores fluctuaciones de precio que aquellos fondos que invierten renta fija o liquidez. 

Esto es una comunicación de marketing. Consulte el folleto y el Documento de Datos Fundamentales para el Inversor (KIID) antes de tomar una decisión final de inversión. El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Los puntos de vista expresados en este artículo no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras. Invertir en este fondo significa que se adquieren participaciones del mismo, por lo que no se está invirtiendo en el activo subyacente (ej., un inmueble o acciones de una compañía, que solo serían los activos subyacentes de dicho fondo).

 

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