Elecciones presidenciales estadounidenses: Trump vuelve a ganar, ¿qué podría suponer para los mercados?

4 min de lectura 12 nov. 24

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La opinión predominante de que las elecciones estadounidenses serían las más reñidas de la historia ha resultado ser sumamente errónea. Donald Trump no solo ha sido reelegido presidente de forma convincente, sino que además vuelve a la Casa Blanca con una posible victoria total de los republicanos: la Casa Blanca, el Senado y (probablemente) la Cámara de Representantes están ahora bajo su control. Sin restricciones, el presidente electo Trump tendrá las manos relativamente libres para aplicar su programa de alto crecimiento, altos aranceles y bajos impuestos. ¿Cuál ha sido la reacción del mercado a la victoria de Trump y qué pueden esperar los inversores de cara al futuro?

Los mercados de renta variable odian la incertidumbre, y la respuesta inmediata ha sido muy positiva, dado que ha habido un claro ganador: las bolsas estadounidenses han escalado a nuevos máximos históricos, despuntando por sus subidas los valores financieros por las esperanzas de que Trump suavice la normativa. Los mercados británicos y europeos subieron inicialmente el miércoles por la mañana, pero después redujeron sus ganancias. 

Aunque la reacción inicial ha sido pletórica, dada la posible perspectiva de semanas de prolongadas disputas/retos legales, esta euforia puede resultar efímera. Una vez acumuladas las ganancias iniciales, los inversores podrían centrarse más en las consecuencias a largo plazo de las políticas de Trump. 

«La historia nos enseña que quienquiera que ocupe la Casa Blanca apenas influye en el comportamiento de los mercados de renta variable. Al final, lo que importa son los fundamentales».
 

Es probable que el programa de Trump siga aumentando el déficit mucho más allá de las hipótesis de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO), según las cuales la Ley de rebajas fiscales y empleos de 2017 (TCJA) vence a finales de 2025. Hemos asistido a una subida inmediata de las TIR de los «treasuries» estadounidenses junto con un fortalecimiento del dólar. La reacción inmediata de los mercados hace pensar que esperan que Trump siga adelante con sus principales objetivos políticos: prorrogar la Ley de rebajas fiscales y empleo (TCJA), bajar los impuestos a las compañías, menos regulación gubernamental y una política comercial estadounidense más combativa.

En cuanto a las divisas, el dólar estadounidense se ha disparado y los mercados de divisas han descontado inmediatamente la propuesta de Trump de elevar los aranceles comerciales. Al mismo tiempo, el euro cayó con fuerza, no solo porque es probable que un mayor crecimiento en EE. UU. genere inflación, lo que respaldaría el dólar, sino también debido a la promesa de Trump de imponer aranceles del 10% a las exportaciones europeas. Falta por ver si Trump cumple su amenaza de imponer aranceles a China o si se trata de la clásica «negociación» de Trump con el objetivo real de un acuerdo comercial entre su país y China.

Consecuencias para el mercado

Los mercados de renta variable estadounidenses han subido, ya que los inversores ven a Trump como algo positivo para las empresas del país. Al igual que en las elecciones de 2016, el mercado de renta variable estadounidense ha reaccionado de forma positiva a una victoria de Trump: el alivio regulatorio, las rebajas propuestas de los tipos del impuesto de sociedades y los aranceles adicionales a las importaciones son buenas noticias para los beneficios de las compañías estadounidenses. 

Los mercados considerarán positiva una victoria contundente de los republicanos, ya que hace más probable que estas políticas se lleven a efecto. El índice de optimismo de las pequeñas empresas de la Federación Nacional de Empresas Independientes (NFIB) se disparó con fuerza tras las elecciones de 2016; será interesante ver si eso se repite. Aunque es probable que Trump imponga aranceles adicionales, probablemente serán menores que los expresados durante la campaña electoral. Sin embargo, darán lugar a aranceles de represalia por parte de los socios comerciales de EE. UU. afectados.  

Es probable que la victoria de Trump suponga un impulso a corto plazo para la economía estadounidense, ya que los republicanos se han comprometido a reducir las regulaciones y bajar los impuestos para impulsar el crecimiento. Sin embargo, no existe un fuerte deseo de reconducir el déficit. El gasto a los niveles actuales, que suele asociarse a las recesiones, no muestra signos de remitir. Nuevos aumentos del gasto para estimular la economía únicamente agravarían la situación, lo que generaría mayores necesidades de financiación, mayores desembolsos en concepto de gastos de intereses y un posible efecto de exclusión que se traduciría en tipos a largo plazo en niveles más altos durante más tiempo. Una vez que la situación se calme, los mercados de bonos comenzarán a preocuparse por una mayor inflación y mayores déficits presupuestarios estadounidenses. 

Sin embargo, los mercados de bonos ya han descontado en gran medida el denominado «Trump trade». Los tipos habían subido antes de las elecciones con la expectativa de que una administración Trump supondría una mayor inflación. En consecuencia, en igualdad de condiciones, cualquier descenso adicional a partir de aquí parece limitado. También hay que señalar que ya hemos estado aquí antes. Durante Trump 1.0, la inflación rondaba el objetivo (con una media del 1,9%), el crecimiento era estable y los tipos de interés se situaban entre el 2% y el 3%. Las políticas de Trump resultaron ser menos severas de lo previsto. 

Posicionamiento de los inversores

Aunque esta vez puede ser diferente, la historia nos enseña que quienquiera que ocupe la Casa Blanca apenas influye en el comportamiento de los mercados de renta variable. Al final, lo que importa son los fundamentos. Sin embargo, las políticas concretas también importan y tendrán implicaciones para diferentes regiones y sectores. 

Acaparando los titulares está la política de Trump de imponer aranceles (más del 60% a todas las importaciones chinas, 10% a otros países). Sin embargo, para mitigar esta amenaza está el hecho de que tanto las empresas chinas como las europeas están mucho mejor preparadas esta vez para resistir. La UE cree que se quedaron cortos durante la primera presidencia de Trump y ya han elaborado medidas arancelarias de represalia en caso necesario. Sectores como el de las energías renovables estarán expuestos, pero no todas las empresas tienen una gran exposición a EE. UU. y las valoraciones parecen haber descontado ya una victoria de Trump.

En lo que respecta a China, tras la victoria de Trump, es posible que el mercado se reactive a corto plazo. La Asamblea Popular Nacional china se reúne esta semana. Siempre era probable que se anunciara un nuevo plan de estímulo, pero con Trump en la Casa Blanca amenazando con aranceles, el tamaño de este plan de estímulo podría acabar siendo mayor de lo previsto.

Hasta que veamos lo que hace la nueva administración Trump, en lugar de lo que dice que hará, cabe esperar una mayor volatilidad de los mercados financieros. Creemos que los inversores deben ser selectivos: la renta variable estadounidense en general probablemente tomará la victoria de Trump como algo positivo, compensada por la renta variable no estadounidense, donde podríamos ver áreas de debilidad debido a la preocupación por los aranceles. Sin embargo, donde hay volatilidad de mercado, también hay oportunidad para un gestor activo, lo que crea un entorno de negociación fértil.        

¿Cuáles son los próximos pasos?

Cámara de Representantes: El resultado final no está claro a 11 de noviembre de 2024, con 214 escaños para los republicanos y 203 para los demócratas. En total, se necesitan 218 escaños para lograr una mayoría en la Cámara.

Colegio electoral: los electores estatales votan en el Colegio electoral el martes 17 de diciembre de 2024.

Certificación del resultado: el Congreso de EE. UU. se reúne el lunes 6 de enero de 2025 para certificar formalmente el resultado.

Inicio de la presidencia: Trump jura como presidente el lunes 20 de enero de 2025.

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