La infraestructura es de vital importancia para las personas y las empresas en todas partes y en todo momento. Desde carreteras y ferrocarriles hasta centrales eléctricas y redes de comunicaciones a nivel mundial, un sistema de infraestructura moderno y que funcione debidamente es la base del desarrollo económico y eleva la calidad de vida.
Por favor consulte el glosario para una explicación de los términos de inversión que aparezcan en este artículo.
Desarrollar y mantener una infraestructura adecuada para el futuro requiere una inversión considerable. De cara a 2040, se estima que el mundo necesitará unos 15 billones de dólares para satisfacer necesidades básicas de infraestructura¹.
Con la demanda creciente de activos de infraestructura, el segmento de infraestructura cotizada se ha convertido en una clase de activos diferenciada, que atrae a inversores tanto institucionales como particulares con su potencial de aportar ingresos fiables y crecimiento a largo plazo a través de activos estratégicos expuestos a potentes tendencias estructurales.
Con la importancia fundamental de las torres de comunicaciones y los centros de datos para la revolución digital, y la de las redes eléctricas para la seguridad energética y la descarbonización, cabe afirmar que la infraestructura es un pilar esencial de las tendencias multidécada que podrían redefinir la economía global en los próximos años.
¹ Amin Mohseni-Cheraghlou y Naomi Aladekoba: The global infrastructure financing gap: Where sovereign wealth funds and pension funds can play a role, (atlanticcouncil.org), octubre de 2022.
«La infraestructura cotizada brinda la oportunidad de participar en el crecimiento estructural y la generación de dividendo de empresas que prestan servicios socioeconómicos de vital importancia. La infraestructura es esencial para la vida y cada vez más relevante para el medioambiente. Las compañías en las que invertimos ayudan al mundo a descarbonizarse, digitalizarse e industrializarse. La naturaleza no cíclica de los beneficios de estas empresas genera flujos de caja y dividendos fiables que pueden crecer a tasa compuesta y proteger frente a la inflación. Así, la infraestructura es fundamental para nuestras vidas, beneficiosa para el medioambiente, y rentable para las carteras de inversión.»
Alex Araujo
Gestor
Una cartera concentrada en el crecimiento, invertida en valores que satisfacen criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) aplicando un enfoque de exclusión.
Invertir en empresas que elevan sus dividendos puede aportar protección frente a la inflación y una renta real creciente.
La clase de activos está expuesta a distintas tendencias de crecimiento estructural, como la demografía, la descarbonización y la digitalización.
El fondo trata de brindar acceso al espectro completo de la clase de activos a nivel global, desde el ámbito tradicional del suministro público hasta elementos modernos como las redes digitales. Dividimos el universo de inversión en tres categorías de infraestructura: económica, social y en evolución.
Si bien comparten el hecho de estar respaldadas por activos, estas categorías se diferencian entre sí a nivel de crecimiento, apalancamiento y perfil de dividendo.
El fondo trata de generar rentabilidades similares a las de la renta variable con valoraciones propias de la renta fija, con un sesgo defensivo debido a su menor correlación con variables macro que el conjunto del mercado y a su concentración en negocios de calidad.
Nuestra filosofía se basa en tres principios básicos, que siguen explicando la rentabilidad superior del fondo* desde su lanzamiento:
*Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
El fondo tiene dos objetivos:
El fondo trata de alcanzar sus objetivos financieros aplicando al mismo tiempo criterios ESG.
Al menos el 80% del fondo en acciones emitidas por compañías de infraestructuras, fondos de inversión y sociedades de inversión inmobiliaria de cualquier tamaño y de cualquier país, incluidos los mercados emergentes. El fondo puede invertir en Acciones A de China a través de Shanghai-Hong Kong Stock Connect y Shenzhen-Hong Kong Stock Connect. El fondo suele poseer acciones de menos de 50 empresas. El fondo invierte en valores que cumplen los criterios ESG, aplicando un enfoque de exclusiones, además de su estrategia de inversión sostenible, cuyo fin es lograr el objetivo de inversión sostenible, y midiendo los resultados ESG positivos, como se describe en el anexo precontractual. El periodo de tenencia recomendado del fondo es de cinco años.
Principales riesgos del fondo:
Invertir en este fondo significa que se adquieren participaciones del mismo, por lo que no se está invirtiendo en el activo subyacente (ej., un inmueble o acciones de una compañía, que solo serían los activos subyacentes de dicho fondo).
Para obtener más información acerca de los riesgos adicionales relativos al fondo, consulte el Folleto.
Información relativa a la sostenibilidad:
El fondo promueve características medioambientales y sociales y aunque no tiene un objetivo de inversión sostenible como tal, tendrá una proporción de al menos un 40% en inversiones sostenibles.
Puede consultar la información relativa a la sostenibilidad del fondo aquí.