Análisis
4 min de lectura 20 oct. 25
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Hablar sobre lo que sucederá con el patrimonio personal cuando uno fallezca puede ser una conversación difícil. Sin embargo, evitar hablar sobre la herencia puede causar diversos problemas a tus seres queridos en el futuro.
Piénsalo, si ocurre lo peor:
Si no es así, podrían afrontar confusión, retrasos, impuestos inesperados e incluso la pérdida del patrimonio, justo cuando más necesitan claridad.
A menudo oímos hablar del impuesto sobre sucesiones, pero casi tres cuartas partes de los adultos no entienden cómo funciona realmente dicho impuesto ni lo que podrían tener que pagar sus beneficiarios1. Este desconocimiento, junto con el hecho de que el 40% de las personas cree que la planificación de la herencia y el patrimonio es un «tabú», pone de relieve una preocupante desconexión entre la planificación financiera y la comunicación familiar.
Aunque la revalorización de los activos (en particular, los inmuebles) contribuye a un aumento del impuesto sobre sucesiones, uno de los problemas principales es simplemente no planificar con antelación y de forma abierta con tus seres queridos. Romper este silencio es fundamental para garantizar que todos sepan qué esperar y que puedas transmitir tu patrimonio a la siguiente generación.
No tener esas conversaciones vitales sobre la herencia puede conllevar diversos problemas para tus seres queridos en un momento que, ya de por sí será difícil. Si tu familia no conoce tus inversiones, podría suponer un riesgo de que los activos se queden sin reclamar. Especialmente si tus inversiones están en una plataforma, es posible que tu familia no sepa que estás registrado en ella, lo que podría suponer una pérdida de patrimonio para los beneficiarios. Considera la posibilidad de contarles a tus seres queridos cómo acceder a tus cuentas en caso de que lo necesiten.
No ser transparente sobre tus inversiones también puede ralentizar el proceso de gestión de tu patrimonio. La persona que se encargue de todo, normalmente el «albacea», podría tener dificultades para encontrar determinadas cuentas o documentos, lo que podría retrasar todo el proceso. Esto podría suponer que las personas que dependen de tu patrimonio tengan que esperar más tiempo para recibir lo que les has dejado, lo que podría causarles dificultades. También podría suponer gastos legales o administrativos adicionales.
El hecho de que tu familia no conozca tus inversiones también puede dar lugar a errores a la hora de calcular el importe del impuesto sobre sucesiones que debe pagarse. Esto significa que tu patrimonio podría declararse por debajo de su valor real a la Agencia Tributaria, aunque no sea de forma intencionada, lo que podría derivar en sanciones y cargos por intereses. Es importante que todo se declare correctamente para pagar la cantidad correcta de impuestos y evitar estrés innecesario a tus seres queridos.
Entonces, ¿por dónde empezar? Es normal que el tema de la herencia resulte difícil. En lugar de centrarse en la mortalidad, plantea la conversación en torno a:
También es importante elegir el momento y el entorno adecuados. Tener un plan puede garantizar que la conversación resulte productiva. Para ello, ten en cuenta los siguientes puntos:
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Hablar sobre la herencia no siempre es fácil, pero contar con un asesor financiero puede hacer que el proceso sea más cómodo. Ellos entienden lo delicadas que pueden ser estas conversaciones y te guiarán en la creación de un plan sucesorio que refleje tus deseos y, al mismo tiempo, tenga en cuenta las necesidades de tu familia. Están ahí para apoyarte y responder a cualquier pregunta que puedas tener.
El valor de las inversiones fluctuará, lo cual provocará que el valor de las participaciones se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. No podemos ofrecerle asesoramiento financiero. Sino está seguro de que su inversión sea apropiada, consúltelo con su asesor financiero. Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.