5 min de lectura 9 mar. 23
Exclusivamente para inversores profesionales
Se espera que la economía global crecerá a un ritmo sostenido, ni excesivo ni insuficiente, y el ciclo de subidas de tipos de interés parece haber llegado a su fase final. Pero sobre todo, la inflación ha comenzado a moderarse en gran parte del universo emergente, una tendencia que seguramente continuará en 2023. La reciente caída de los precios de los alimentos y la energía será un motor clave, sobre todo en muchos países de ME en los que la alimentación representa un gran componente de la cesta de inflación.
Los bonos de ME nos parecen atractivos desde una perspectiva de valoración. Las TIR reales permanecen elevadas en la mayoría de los países emergentes y son atractivas frente a las del universo desarrollado, que en muchos casos todavía se hallan en territorio negativo. A medida que se modera la inflación y los bancos centrales comienzan a aminorar el ritmo de sus subidas de tipos, creemos que las TIR actuales podrían parecer especialmente atractivas.
Si bien se anticipa una marcada subida de los impagos en el mercado de deuda de ME, nuestra expectativa es que estos estarán confinados a áreas específicas, como por ejemplo el inmobiliario chino, Rusia y otros segmentos en apuros. Por consiguiente, es importante aplicar un enfoque selectivo: para los inversores que hacen sus deberes, creemos que es posible encontrar un valor significativo en la clase de activos.
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Fuente: M&G, Bloomberg, Deutsche Bank, 5 de enero de 2023. El orden las barras para cada grupo indica (de izquierda a derecha): cifras registradas en 2019, 2020 y 2021, proyecciones para 2022 y 2023.
El valor de las inversiones fluctuará, lo cual provocará que el valor de las participaciones se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.