Renta fija
4 min de lectura 30 mar. 23
Comunicación de Marketing. Exclusivamente para inversores profesionales.
Con el panorama de mercado dominado por la inflación elevada y la postura restrictiva de los bancos centrales, 2022 fue un año muy decepcionante para la renta fija, y uno de los peores de la historia para la deuda corporativa. No obstante, los bonos a corto plazo emitidos por empresas de calidad (con grado de inversión) mostraron una mejor evolución que la deuda a largo plazo, debido a la sensibilidad de estos últimos a subidas de los tipos de interés.
En los últimos 12 meses hemos sostenido que el crédito a corto plazo ha hecho gala de solidez frente a otras clases de activos y podría ser un área atractiva para inversores preocupados por la perspectiva de nuevas subidas de los tipos de interés y volatilidad en 2023. Nuestro fondo tiene una duración baja de 1,5 años, lo cual le aporta una sensibilidad reducida al precio del dinero, y más de un 85% de los bonos en cartera tienen plazos de vencimiento inferiores a cinco años. Además, la calificación media de nuestras posiciones es A-.
Nos inclinamos por una posición de duración baja y vemos valoraciones atractivas en bonos corporativos investment grade a precios competitivos: creemos que estos niveles compensan con creces a los inversores por el riesgo de impago de sus emisores (cuya probabilidad nos sigue pareciendo baja).
A diferencia de 2022, este año ha comenzado bien para los bonos que nos gustan. Las empresas parecen dispuestas a emitir deuda, y muchos de los bonos recomendados por nuestros analistas de crédito son de compañías con excelentes fundamentales (balances saneados) y activas en sectores en nuestra opinión sólidos, como por ejemplo seguros y suministro público. Los emisores financieros son particularmente interesantes ahora mismo.
El M&G (Lux) Short Dated Corporate Bond Fund es un fondo de deuda corporativa que se propone mitigar el impacto negativo de subidas de las TIR de la renta fija. Su estrategia, con una duración inherentemente baja, brinda exposición a bonos corporativos de calidad elevada. La cartera se construye con una combinación de estrategias top-down y bottom-up. Para el equipo en M&G, la clave de invertir con éxito en deuda corporativa radica más bien en «evitar a los perdedores» que en «seleccionar a los ganadores». Una herramienta útil a este respecto es nuestro propio análisis de crédito, elaborado por uno de los mayores equipos de analistas de Europa.
Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.
Principales riesgos que podrían afectar a la rentabilidad del fondo:
El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.