Cómo las infraestructuras cotizadas ofrecen protección contra la inflación

3 min de lectura 27 abr. 23

Por Alex Araujo, gestor de carteras de renta variable global en M&G y especialista en compañías de infraestructuras cotizadas.

Nuestra estrategia de inversión trata de aumentar la rentabilidad de los inversores para obtener mayor valor de su capital y protegerlos frente a la inflación.

Mi tarea como gestor responde a un doble objetivo: superar al mercado de renta variable global y aumentar los ingresos por dividendo de los inversores cada año. Se basa en el principio de que los ingresos de los inversores deben aumentar más rápido que la inflación, con el fin de proteger a nuestros clientes en cualquier circunstancia y, en especial, cuando se produce una espiral inflacionista como la que estamos viviendo, que parece no dar tregua.

En efecto, estamos orgullosos de las rentabilidades que hemos generado desde el lanzamiento de esta estrategia hace cinco años: unas ganancias acumuladas superiores a la tasa real de inflación.

Crecimiento constante de los flujos de caja

Esto hace que mi filosofía sea similar a la de Stuart Rhodes, mi amigo de toda la vida y compañero en M&G, que ha desarrollado una sólida estrategia basada en el motor de los dividendos. Lo que nos diferencia es que yo me centro en las acciones de las compañías de infraestructuras. Las infraestructuras pueden proporcionar protección frente a la inflación con las acciones adecuadas, aquellas cuyos flujos de caja aumentan de manera constante.

Estas expectativas pueden cumplirse con tres categorías de infraestructuras, cada una a su manera. La primera categoría está formada por las infraestructuras de suministros públicos, energía y transporte. La segunda son las infraestructuras sociales, como hospitales, colegios, bibliotecas, servicios públicos y comisarías de policía, que en algunos países, como EE. UU. y el Reino Unido, pueden pertenecer a capital privado. Y la tercera categoría es lo que llamamos infraestructuras en evolución, compañías de gran crecimiento que prestan los servicios digitales de la nueva economía a través de torres de telefonía móvil, centros de datos, redes de fibra óptica, servicios de pago, etc. 

Capacidad de fijación de precios

Los suministros públicos ofrecen protección a varios niveles. En las infraestructuras de transporte, las autopistas de peaje, por ejemplo, son monopolios u oligopolios que pueden repercutir costes más elevados. En las infraestructuras de energías, especialmente las renovables, la capacidad de fijación de precios procede del marco normativo.

Los ingresos de las infraestructuras sociales suelen estructurarse expresamente en función de la inflación, pues los gobiernos garantizan los ingresos y la indexación de los precios. Algunas inversiones, como las ciencias biosanitarias y los laboratorios, pueden incluso ofrecer rentabilidades superiores a la inflación. Durante la COVID-19, cuando se cerraron escuelas y bibliotecas, siguieron distribuyendo periódicamente dividendos a sus inversores, lo que reforzó su estatus defensivo. 

Las infraestructuras en evolución ofrecen protección que se deriva del fuerte crecimiento estructural de los mercados finales, incluidas las comunicaciones digitales.

Invertimos en todo el mundo, pero preferimos ciertas regiones, ya que esta cultura de crecimiento de los dividendos es más habitual en los consejos de administración de las economías desarrolladas, en Norteamérica o Europa. En las economías emergentes, resulta más difícil encontrar empresas que cumplan estos criterios ya que operan en economías menos estables con divisas más volátiles. 

Compañías insignia

Entre las compañías insignia de nuestra estrategia, citaría a Vinci, en cuya cartera de negocio figuran infraestructuras de transporte como autopistas y aeropuertos. Vinci ha demostrado su capacidad de fijación de precios y para aumentar sus dividendos, además de su gran resiliencia para sortear la crisis de la pandemia. También podría mencionar a Crown Castle, un operador de torres de telecomunicaciones estadounidense que ha sabido aprovechar las oportunidades derivadas de la transición al 5G, que requiere arquitecturas muy técnicas que difieren bastante del 4G.

Una cosa más: si tuviera que comparar las acciones de compañías de infraestructuras con el capital de riesgo (private equity), diría que las infraestructuras pueden ofrecer la ventaja de unas rentas y una liquidez constantes, con rotaciones de cartera más fluidas. También pueden ofrecer potencial alcista, dado el creciente interés del capital riesgo por sus atractivas valoraciones. Es el caso concreto de los aeropuertos, los centros de datos y las infraestructuras energéticas, como ha demostrado la experiencia recientemente. 

La información aquí contenida no deber considerarse como una recomendación para comprar o vender una posición individual. El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras. Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.

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