Renta fija
3 min de lectura 12 ago. 25
La intensificación de la guerra comercial desatada por Washington ha complicado más si cabe el panorama para la deuda corporativa, al elevar los riesgos de inflación y la incertidumbre macroeconómica. Los aranceles introducidos en abril se consideran como un «shock» de oferta que trastoca el equilibrio entre crecimiento e inflación y limita la libertad de actuación de la Reserva Federal estadounidense. Ahora que la inflación se ve cada vez más determinada por decisiones políticas que por los ciclos económicos, la Fed ve restringida su capacidad para combatir la debilidad doméstica, un panorama que todavía no está plenamente reflejado en los diferenciales de crédito.
Los mercados de deuda corporativa han respondido a estos desarrollos con un aumento considerable de la volatilidad. Los diferenciales se ensancharon (aunque no hasta los niveles típicamente asociados con una recesión) para luego comprimirse. Los de los bonos americanos (tanto high yield como con grado de inversión) son ahora más estrechos que los de sus equivalentes europeos, lo cual ofrece un punto de entrada a los inversores interesados en diversificar sus carteras más allá de los activos denominados en dólares.
Además, el mercado europeo se beneficia de un entorno favorable. El respaldo fiscal (sobre todo en Alemania) y del BCE ha ayudado a estabilizar el mercado, y la divergencia en las trayectorias de política monetaria e inflación entre EE. UU. y Europa ha creado brechas de valoración considerables.
Afrontamos el segundo semestre del año con un optimismo cauto. Los mercados de deuda corporativa han mantenido una calma relativa pese a las turbulencias geopolíticas, y muchos sectores presentan valoraciones todavía elevadas respecto a sus niveles a largo plazo. Creemos que este entorno exige disciplina, recortando riesgo cuando los diferenciales ya no justifican la exposición a dichos bonos y preservando liquidez para actuar de manera decisiva cuando surgen anomalías en el mercado.
Seguimos encontrando oportunidades selectivas en bonos cuya cotización se ha desviado de los fundamentales subyacentes debido a la volatilidad de abril, desencadenada por los anuncios arancelarios de EE. UU. Por ejemplo, esta coyuntura nos ha permitido invertir en los bonos de un proveedor automotriz cuyos diferenciales se ensancharon de 300 a 600 puntos básicos, pese al balance saneado de la compañía.
Aunque los mercados fueron escenario de ventas generalizadas al anunciarse los aranceles, repuntaron rápidamente al aplazarse la implementación de tales medidas. Es probable que vuelvan a aparecer oportunidades similares en los próximos meses, al persistir la incertidumbre tanto política como económica. Con eso en mente mantenemos un posicionamiento defensivo, pero estamos listos para volver a asumir riesgo cuando identifiquemos bonos que cotizan en descuentos no justificados. Nuestra mayor asignación en deuda soberana y liquidez refleja esta disposición a desplegar capital cuando la volatilidad genere valor.
En resumen, creemos que la segunda mitad de 2025 remunerará una selección de créditos activa y basada en el valor, sobre todo en áreas donde los fundamentales permanecen sólidos pero el sentimiento ha conducido a correcciones excesivas.
Sin duda alguna. Creemos que la gestión activa puede ofrecer la flexibilidad necesaria para navegar un entorno de tipos de interés cambiantes, diferenciales volátiles y riesgos idiosincráticos. Nuestras estrategias de crédito, por ejemplo, combinan un análisis fundamental de tipo «bottom-up» con un fuerte énfasis en las valoraciones para generar rentabilidad. Invertimos exclusivamente en bonos que en nuestra opinión remuneran adecuadamente el riesgo que conllevan. Este enfoque disciplinado ha aportado niveles de rentabilidad ajustada al riesgo consistentemente superiores a los de los índices de referencia tradicionales.
El fondo se propone aportar una rentabilidad anual equivalente a la tasa EURIBOR 1 mes más 3-5 puntos porcentuales (bruto comisiones) con un horizonte de inversión de 5 años. Para ello accede a la prima de riesgo del crédito global limitando su exposición a la volatilidad de los tipos de interés y de los tipos de cambio. La estrategia es flexible y no está sujeta a un índice de referencia, lo cual le permite invertir en un amplio abanico de activos de crédito, incluyendo deuda con grado de inversión y high yield.
El fondo mantiene una cartera muy diversificada a fin de mitigar el riesgo de caídas y reducir su volatilidad. Por lo general tiene una asignación sustancial en activos defensivos y líquidos de gran calidad, lo cual permite al gestor responder rápidamente durante periodos de malestar en los mercados y aprovechar de inmediato nuevas oportunidades.
El fondo intenta superar a su índice de referencia en 75 puntos básicos (bruto comisiones) con un horizonte de inversión de 5 años, invirtiendo como mínimo un 70% de la cartera en bonos corporativos con grado de inversión denominados en euros. Al igual que el M&G Total Return Credit Investment Fund, combina análisis fundamental de tipo «bottom-up» con un fuerte énfasis en la valoración, aunque en este caso dentro de un marco operativo centrado en un indicador.
Se trata de un fondo de Artículo 8 e integra criterios ESG mediante filtros tanto de selección como de exclusión de valores. De cara a los próximos meses, creemos que la postura expansiva del BCE, unida a una política gubernamental orientada al crecimiento, respaldará al crédito europeo. Al mismo tiempo, anticipamos episodios de volatilidad en los mercados capaces de ofrecer puntos de entrada atractivos.
El crédito high yield europeo todavía presenta oportunidades interesantes, sobre todo en un entorno de tipos de interés estables y resiliencia fundamental de las empresas.
Al igual que con el M&G European Credit Investment Fund, la estrategia combina análisis fundamental de tipo «bottom-up» con un fuerte énfasis en las valoraciones, y se ejecuta a través de una cartera muy diversificada y sin perder de vista a su índice de referencia. La gestión activa nos permite limitar los riesgos idiosincráticos y aprovechar perturbaciones transitorias del mercado.
Esto es una comunicación de marketing. Consulte el Folleto y el Documento de Datos Fundamentales (KID) antes de tomar una decisión final de inversión. Los puntos de vista expresados en este sitio web no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.
Invertir en este fondo significa que se adquieren participaciones del mismo, por lo que no se está invirtiendo en el activo subyacente (ej., un inmueble o acciones de una compañía, que solo serían los activos subyacentes de dicho fondo).
El Folleto de cada fondo ofrece una descripción más detallada de los factores de riesgo que afectan a cada uno de ellos
Capacidades Renta fija
Descubre nuestras capacidades en Renta fija
El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión y no debe considerarse una recomendación de compra o venta de ningún valor o título específico.